En cierta ocasión, una pequeña hormiga vio un lápiz y fue corriendo a buscar a otra hormiga.
-¡ Es maravilloso!- le dijo-.Tienes que ver las pinturas y dibujos que, como flores en un jardín , es capaz de dibujar un lápiz.
-Bueno- dijo la segunda hormiga-, no es el lápiz el que ejecuta el trabajo si no los dedos. Imagino que, en tu excitación , no te has dado cuenta de eso. El lápiz es un mero instrumento.
- Perdonadme- dijo una tercera hormiga que pasaba por allí- pero no he podido evitar escuchar lo que estabais diciendo y espero sepáis disculparme si os preciso que, en realidad, los dedos no podrían hacer nada sin el brazo. A falta del brazo, esos dedos, que mencionais son completamente inútiles.
- Estás completamente equivocado- añadió una cuarta hormiga, y ya podemos imaginar la discusión que tuvo lugar.
Por último, la discusión llegó a oídos de la reina de las hormigas, un ser muy anciano que tan sólo señalo:
- Más allá de las apariencias materiales como el lápiz, dedos y brazo, reside la mente o el espíritu del artista. Tan sólo estáis hablando de la vestidura corporal.
¡ Y eso que sólo eran hormigas!
Oh tú, que lees ahora lo que escribe esta pluma, ¿ Tal vez eres capaz de vislumbrar más allá.