Aclaración.
Este blog no hara más entradas.
Hace tiempo que puse el enlace de continuación.
Por lo mismo los comentarios estan moderados.
No porque no los pueda publicar, ya que no tengo nada que ganar o perder. Ni siquiera con los anónimos.
Las entradas realizadas siempre son publicadas , no por que me dedique a mirar las vidas privadas, sino por el contenido expuesto me pueda parecer interesante y de un aprendizaje particular.
El contenido finalizó con la marcha de Sai Baba, maestro Espiritual al cual mi corazón, está completamente agradecida.
Si alguien se molesta por el contenido de Espirit desde aquí mis disculpas mas sinceras.
Gracias.
Paz Y Amor a todos los corazones.
Namasté.
Spirit.
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sábado, 12 de diciembre de 2009
NAVIDAD TRANSFORMANTE
Navidad hace resurgir todos los tópicos que se repiten cada año. Pero no creo que los deba repetir. Son muy conocidos por todos.
Por mi parte, quisiera no caer en otro tópico que se quede en la superficialidad, es decir, en la superficie o en la ligereza. Navidad es realmente importante. Es la celebración de un evento de la Naturaleza que implica la profundidad o la interioridad de todo ser humano de cualquier cultura, etnia y clase social.
El solsticio de inverno con la noche más larga y el día más corto hace que la luz vuelva a aparecer poco a poco. Constante, sin prisa. Pero que genera fe y confianza en el futuro. La Luz del sol vuelve. Es un hecho de la naturaleza. Constatado por muchas generaciones. De aquí han brotado muchos mitos, muchos símbolos como cuentos y leyendas. .
El ser humano tiene en la realidad que lo envuelve un doble acceso para conectar con ella. Noche y día. Oscuro y claro. Necesidades y Gratuidad. Y ese doble acceso es el que se celebra por Navidad o en el solsticio de invierno
Un acceso a la realidad de la oscuridad, para satisfacer las necesidades básicas, de autoconservación en beneficio de la especie. Por tanto, un valor de relación social. De aquí los regalos, el buen comer, la fiesta, el folclore, los ágapes familiares. Como el gozo y la alegría de los que están, como la tristeza y la nostalgia de lo que no están. Todo muy natural y necesario para la vida del día a día.
Pero, por desgracia, también el ser humano como depredador, abusa, no pone límites. No hace caso de la Naturaleza corporal. La corporalidad tiene sus límites, sus leyes y sus normas. Saltárselas, como tantas veces se hace, lleva sin duda a consecuencias nefastas de muerte o inaptitud corporal. Sólo es preciso ver el mapa mundial de enfermedades físicas producidas por el ser humano: obesidades, ataques de corazón, cefaleas y otras en el terreno psicosomático.
Como también en estos accesos a la realidad, de la oscuridad, tendría que poder satisfacer las necesidades emocionales, de sentimientos. Y los estados de ánimo también tienen sus leyes, sus normas. El ser humano necesita ser amado y amar. Sino no vive ni deja vivir. La libertad del amor lleva al respeto, a la delicadeza, al compromiso. Dicho de otra forma, actuar sin límites emocionales, con prepotencia, como “dios” sin serlo, es el mismo quien se castiga. Le precisa el calor del hogar, la ternura del afecto y la palabra amorosa.
Pero, también la palabra destruye como la del odio, de la envidia, del rencor. La depredación emocional genera el mal trato, la falta de respeto a la subjetividad del otro. Sólo hay que contemplar la prensa y la pantalla pequeña: agresividad y violencia verbales. Y, por desgracia, en lugares o instituciones, sean de la clase que sean, donde no tendría que estar, pero está. Una mirada desde la psicología de lo profundo también clarifica estos aspectos oscuros de la persona como de las instituciones.
Y así, en nombre de la Luz se han cometido y se cometen muchas muertes físicas como psíquicas. ¡No se puede dejar de contemplar tanta depravación o cinismo! Es el yo o el ego quien lo realiza, programa desde la oscuridad. Está centrado en si mismo: egocentrado. Egoísmo puro, sistema donde el ego es el centro. La psicología profunda puede ayudar a detectar las raíces y limpiar de zarzales este egoísmo o egocentrismo.
Así y todo, el ser humano sabe que tiene, aunque a veces inconcientemente, otro acceso a la Realidad. Un acceso gracias a la Palabra. El símbolo es un indicador como el de de Colón indica donde está América, pero el dedo no es América. Una realidad que esta en el fondo de todo corazón humano, de la vida. Una Realidad que envuelve, que es totalmente necesaria, pero no es pragmática. No satisface necesidades primarias. No resuelve problemas ni presenta soluciones. Pero es Luz y es Claridad. Es Comprensión. Es Amor. Es Compasión. Es calidad de vida. Es Palabra.
Pero cada una de estas palabras dichas son símbolos, indican o apuntan a esta Realidad que se vive, pero no se puede pronunciar, pero tenemos que hacerlo para darla a conocer. Pero al decirla, ya no es ella, la Realidad. De aquí el peligro de defender sólo la palabra como si fuera la Realidad Gratuita.
Esto se encuentra y anida en el fondo de todo corazón humano. No está a fuera. Como la oscuridad no está fuera de la luz ni la luz está fuera de la oscuridad. Es una sola realidad. En la oscuridad se busca satisfacer las necesidades para no verlas bajo la Luz y mantener la depredación. La Luz proporciona otros caminos, otros valores, otras axiologías o escalas de valor. Es la Razón fundante del Ser humano que tiene que crear, buscar, resolver las respuestas a los problemas, a los conflictos. La Razón envuelta no sólo de oscuridad sino básicamente de Luz. El día es luminoso y oscuro.
Toda persona tiene esa Luz, pero es preciso abrir el interruptor. Es preciso explicitarla. Conviene ser consciente. Por eso, Navidad es transformante de forma dinámica y continua. No por sólo un día o momento, La Luz ilumina siempre. Como la oscuridad obscurece siempre.
Navidad o el nacimiento de cada ser humano es ahora-y-aquí, pero siempre. Como el solsticio aunque sea el día más curto no por eso deja de haber luz. Siempre está hasta el otro solsticio de verano donde habrá más luz que oscuridad o noche.
Luz y oscuridad están siempre. Pero, la oscuridad o la depredación pueden ensombrecer la luz que es siempre la creación, el respecto al otro.
Pero, sin olvida nunca que la Luz está en todos. Nadie tiene el dominio o el poder o la exclusiva o el control. Sino habría fanatismos, ideologías, integrismos, exclusiones en lugar de amor, comunidad, crecimiento para todos.
Y esta Luz se ve, se contempla en personas que lo han manifestado y manifiestan. Son los grandes Maestros de cada cultura, Y Occidente tiene el suyo, su nombre es Jesús, el de Nazaret. Una persona que vivió esta dimensión gratuita en plenitud para comunicárnosla o anunciarnos que también nosotros la podemos vivir. Y no dudó en exclamar, por su consciencia plena de esta dimensión de gratuidad: Soy la Luz.
Por eso Navidad o el nacimiento de cada uno en el día a día, en el aquí-y-ahora, es transformante. Generador de Vida.
Pero para nacer es preciso pasar por el dolor del parto. Por el dolor del desprendimiento. Por el dolor del sufrimiento. Por el dolor de la limitación. Dejar de ser centrados en nuestro “ego”, para centrarnos en esta Realidad Gratuita, que no hace perder las funciones o responsabilidades del ego sino, todo lo contrario, las potencia, las fortalece. Las hace más maduras, por tanto, más humanas, más trabajadas.
El gran valor profundo de esta dimensión específica y únicamente humana es la calidad que hace que cada ser humano sea completamente humano. No depredador incontrolado y al mismo tiempo lleno de la Totalidad. Un ego-descentrado donde él no es el centro de si mismo o ego-centrado, sino que las funciones del ego en relación con los demás sin olvidarse sanamente de sí, ya que la Luz le hace ver y vivir la realidad con otros ojos, le lleva a la Confianza y Fe de la vida en la Vida.
Feliz Navidad transformante!!
Nadal fa ressorgir tots els tòpics que es repeteixen cada any. Però no crec que els hagi de repetir. Són ben prou coneguts per tothom.
Per la meva part voldria no caure en un altre tòpic que es quedi en la superficialitat, és a dir, en la superfície o en la lleugeresa. Nadal és realment important. És la celebració d’un esdeveniment de la Natura que implica la pregonesa o la interioritat de tot ésser humà de qualsevulla cultura, ètnia i classe social.
El solstici d’hivern, amb la nit més llarga i el dia més curt fa que la llum torni a aparèixer paulatinament. Constant, sense pressa. Però que genera fe i confiança en l’esdevenidor. La Llum del sol torna. És un fet de la naturalesa. Constatat per moltes generacions. D’aquí ha brollat molt de mites, molt de símbols com contes i llegendes.
L’ésser humà té en la realitat que l’està embolcallant un doble accés per arribar-hi. Nit i dia. Obscur i clar. Necessitats i Gratuïtat. I aquest doble accés és el que se celebra per Nadal o en el Solstici d’hivern.
Un accés a la realitat de la foscor, per satisfer les necessitats bàsiques, d’autoconservació en benefici de l’espècie. Per tant, un valor de relació social. D’aquí els regals, els bons menjars, la festa, el folklore, els àpats familiars. Com la joia i alegria dels que hi són, com la tristor i la nostàlgia dels que no hi són. Tot ben natural i necessari per la vida del dia a dia.
Però malauradament, també l’ésser humà com a depredador, n’abusa, no posa límits. No fa cas de la Natura corporal. La corporalitat té els seus límits, les seves lleis i les seves normes. Saltar-se-les, com tantes vegades es fa, porta a vegades i sens dubte a conseqüències nefastes de mort o ineptitud corporal. Cal veure el mapa mundial de malalties físiques produïdes per l’ésser humà: obesitats, atacs de cor, cefalees, i tantes d’altres en el terreny psicosomàtic.
Com també en aquests accés a la realitat, de la foscor, hauria de poder satisfer les necessitats emocionals, de sentiments. Els estats d’ànim també tenen les seves lleis, les seves normes. L’ésser humà li cal estimar i ser estimat. Sinó no viu ni deixa viure. La llibertat de l’amor porta al respecte, a la delicadesa, al compromís. Dit altrament, actuar sense límits emocionals, amb prepotència, com “déu” sense ser-ho, és ell mateix que es castiga. Li cal el caliu de la llar, la tendresa de l’afecte i la paraula amorosa.
Però, també la paraula destrueix com la de d’odi, de l’enveja, de la rancúnia. La depredació emocional genera el mal tractament, la manca de respecte a la subjectivitat de l’altre. Cal veure la premsa i la pantalla petita: agressivitat i violència verbals. I, malauradament, en llocs o institucions, de la mena que siguin, on no hi hauria de ser, però hi és. Una mirada des de la psicologia d’allò profund també clarifica aquests aspectes foscors de la persona com de les institucions.
I així en nom de la Llum s’han comés i es cometen morts físiques com psíquiques. Més depravació o cinisme no es pot deixar de contemplar i qüestionar!. És l’ego que fa, programa des de la foscor. Està centrat en si mateix: egocentrat: egoisme pur. Sistema on ell és el centre. La psicologia profunda permet detectar arrels i netejar de bardisses aquest egoisme o egocentrisme .
Així i tot, l’ésser humà sap que té, per bé que a vegades inconscientment, un altre accés a la Realitat. Un accés gracies a la Paraula. El símbol és un indicador com el dit de Colon indica on és Amèrica, però el dit no és Amèrica. Una realitat que és en el fons de tot cor humà, de la vida. Una Realitat que embolcalla, que és totalment necessària però no és pragmàtica. No satisfà necessitats primàries. No resolt problemes ni presenta solucions. Però és Llum, és Claror. És Comprensió. És Amor. És Compassió. És Paraula.
Però cada una d’aquestes paraules dites són símbols, indiquen o apunten a aquesta Realitat que es viu, però no es pot pronunciar, però l’hem de dir per donar-ho a conèixer. Però en dir-ho, ja no és ella, la Realitat. D’aquí el perill de defensar només la paraula com si fos la Realitat Gratuïta.
Això és troba i nida en el fons de tot cor humà. No és a fora. Com la foscor no és a fora de la llum ni la llum és a fora de la foscor. És tota una sola realitat. En la foscor se cerca satisfer les necessitats per no veure-les sota la Llum i mantenir la depredació. La Llum dóna altres camins, altres valors, altres axiologies o escales de valors. És la Raó fundant de l’Ésser humà que ha de crear, cercar, resoldre les respostes als problemes, als conflictes. La Raó embolcallada no únicament de foscor sinó bàsicament de Llum. El dia és lluminós i fosc.
Tothom té aquesta Llum, però cal obrir l’interruptor de l’energia. Cal fer-la explícita. Cal ésser-ne conscient. Per això, Nadal és transformant de forma dinàmica i contínua. No de un sol dia o moment. La Llum il·lumina sempre. Com la foscor enfosqueix sempre.
Nadal o el naixement de cada ésser humà és ara-i-aquí, però sempre. Com el solstici per bé que és el dia més curt, no per això deixa d’haver-hi llum. Sempre hi és fins l’altra solstici d’estiu on hi ha més llum que foscor o nit.
Llum i foscor hi són sempre. Però, la foscor o la depredació poden enfosquir la llum qui es sempre, la creació, el respecte a l’altre.
Però, sense mai oblidar que la Llum hi és en tots. Ningú en té el domini o el poder o l’exclusiva o el control. Sinó hi haurà fanatismes, ideologies, integrismes, exclusions en lloc d’amor, comunitat, creixement progressiu per a tots.
I aquesta Llum es veu, es contempla en persones que ho han manifestat i manifesten. Són els grans Mestres de cada cultura. I Occident en té un. El seu nom és Jesús, el de Natzaret. Una persona que va viure aquesta dimensió gratuïta en plenitud per tal de comunicar-nos-ho o anunciar-nos que també nosaltres la podem viure. I no va dubtar en exclamar, per la seva plena consciència d’aquesta dimensió de gratuïtat: Sóc la Llum.
Per això Nadal o el naixement de cadascú en el dia a dia, en l’aquí-i.ara, és transformant. Generador de Vida.
Però per néixer cal passar pel dolor del part. Pel dolor del despreniment. Pel dolor del patiment. Pel dolor de la limitació. De deixar-nos estar centrats en el nostre “ego”, per centrar-nos en aquesta Realitat Gratuïta, que no fa perdre les funcions o responsabilitats de l’ego sinó, ans tot el contrari, les potencia, les enforteix. Les fa més madures, per tant, més humanes, més treballades.
El gran valor profund d’aquesta dimensió específica i únicament humana és la qualitat que fa que cada ésser humà sigui completament humà. No depredador incontrolat i alhora ple de la Totalitat. Un ego-descentrat on ell no és el centre de si mateix o ego-centrat, sinó que les funcions de l’ego en relació amb els altres sense oblidar-se sanament de si, ja que la Llum el fa veure i viure la realitat amb uns altres ulls, el porta a la Confiança i Fe de la vida en la Vida.
Bon Nadal transformant!!!
Moltes gracies Jaume,,una forte abraçada.